El cambio está en ti: Cómo cambiar lo que nos afecta negativamente
Cuando sucede algo que te afecta negativamente, ese acontecimiento externo difícilmente se podrá cambiar, lo único que sí puedes cambiar tú es tu relación con ese suceso, o la forma de interpretarlo. Esa relación o interpretación que hagas del suceso es lo que marcará la diferencia en tu estado emocional final.
Cuando reaccionas de forma automática a algo externo, una cosa cierta es que en algún momento aprendiste a tener esa reacción, fruto de la propia experiencia. Si esa reacción no nos aporta nada útil, lo mejor que podemos hacer es reaprender una nueva forma., y si no empiezas a tomar consciencia de eso, será muy difícil que veas nuevas opciones, o que incrementes los puntos de vista de una situación, para así obtener una respuesta de tu cuerpo que te beneficie en lugar de que te perjudique. La única lucha real que tienes en tu vida es contigo mismo, pero sucede que nos asusta mirarnos a nuestro interior. Es más habitual estar pendiente y enfocado a lo que sucede fuera. Aunque lo que pasa fuera nos pueda afectar, eso no lo podemos controlar, sin embargo, en nuestra mano está decidir varias cosas que sí podemos controlar:
– Con qué alimentamos nuestro interior o a qué experiencias nos exponemos. Por ejemplo, a la hora de ver la televisión, podemos ver el telediario (donde las noticias que ponen son negativas porque son las que más venden), o ver un programa, película o documental productivo que nos aporte algo útil para acercarnos más al objetivo que queramos (ahora más que nunca tenemos acceso por internet a la información que necesitemos). También podemos aumentar horas de lectura o de realizar actividades que nos puedan transmitir o aportar algo útil. La idea es que todo lo que no te aporte algo útil es descartable.
– Independientemente de la elección anterior, en la vida sucederán cosas inesperadas que no podamos controlar, y nos tendremos que enfrentar a dificultades. En esos momentos es cuando veremos unas u otras opciones o alternativas de conducta en función de cómo hayamos alimentado antes a nuestro interior (que en definitiva son los mensajes que llegan a nuestro inconsciente que después se convierten en acciones). Así que si por ejemplo en tu alimento has introducido que “una dificultad se puede vivir como un aprendizaje” obtendrás diferentes resultados frente a una dificultad de los que obtendrías si lo que has introducido es que “una dificultad es un obstáculo insuperable”. Aunque tengas evidencias de que esa dificultad nadie antes la había superado, o solo muy poca gente, eso no justifica que no se pueda lograr. Precisamente, gracias a las dificultades a las que nos enfrentamos tenemos la oportunidad de sacar lo mejor de nosotros, ya que si todo fuera positivo nos acomodaríamos a ese estado y no habría razón alguna por la que seguir creciendo. Históricamente, las mejores ideas y los mejores resultados han surgido frente a adversidades, ya que es cuando se encuentran los motivos suficientes para seguir luchando, y cuando se crea un sistema propulsor entre el estado negativo del cual alejarnos, y el positivo al cual acercarnos.
La dificultad de todo esto es que hemos de tener la suficiente humildad y coraje como para dejar atrás algo con lo que habíamos convivido mucho tiempo para instalar algo nuevo más útil, y eso a la mayoría de gente le produce una sensación de vértigo por el hecho de que parece que puedan perder su identidad. Se trata de empezar a desaprender lo que sabías para aprender lo nuevo, de la misma forma que si tienes un vaso lleno de una bebida, lo has de vaciar antes si quieres llenarlo de una bebida nueva.
Raúl Soldado
Formador de Human Abilities